18.08.2022
¿Por qué suelen equiparse las naves con revestimiento interior? El revestimiento interior tiene muchas funciones. Si el material almacenado requiere protección adicional contra la condensación, conviene equipar la nave con un revestimiento interior. Así se garantiza que la humedad permanezca fuera de la nave. El revestimiento interior también se puede instalar como protección del armazón contra materiales corrosivos. En tercer lugar, con el revestimiento interior se consigue reducir un poco la pérdida de temperatura, en caso de que sea necesario mantener la nave cálida de forma provisional en invierno.
Algunos materiales no aguantan ni una gota de condensación: en ese caso, lo mejor es equipar la nave con un deshumidificador o con revestimiento interior. Los deshumidificadores no son tan energéticamente eficientes como el revestimiento interior, pues funcionan con electricidad. Gracias al revestimiento interior, el punto de rocío se traslada fuera del techo interior, por lo que las gotas de condensación no caen sobre el material almacenado. Sin embargo, cuando es necesario regular la humedad en un determinado valor, como suele ser el caso en el almacenamiento de productos de madera, el deshumidificador es la única opción.
El desafío para una nave con estructura de acero puede ser el carácter corrosivo tanto del material almacenado como del aire exterior. Si el material almacenado es corrosivo, mediante un revestimiento interior básico se pueden eliminar los daños causados en el armazón, pues el revestimiento interior es lo suficientemente estanco como para mantener los vapores y el polvo de los materiales corrosivos fuera del espacio del armazón. En caso de que haya sustancias corrosivas en el aire exterior, el armazón se puede proteger con una solución especial de revestimiento interior y ventilación. El aire circulante se sella entre los revestimientos, de modo que haya ventilación en la nave sin que el aire corrosivo llegue al armazón.
El almacén de fertilizantes de Yara en Belfast se equipó con un revestimiento interior para proteger el armazón. Mediante soluciones especiales se garantiza que no se cuelen vapores corrosivos entre los revestimientos.
En una nave con aislamiento siempre hay un revestimiento interior que protege los aislamientos de las actividades que se realizan dentro de ella; además, la imagen de la nave también mejora si los aislamientos no quedan a la vista. Un revestimiento interior blanco también ofrece mucha luz adicional a una nave iluminada. A veces es necesario calentar la nave de forma temporal durante el invierno y mediante el revestimiento interior se consigue mantener mejor la temperatura que únicamente con el revestimiento exterior. Sin embargo, solo es una solución provisional para un corto periodo determinado de calefacción, ya que la normativa de construcción no reconoce las construcciones aisladas únicamente mediante revestimiento interior. Puede leer más información sobre las naves cálidas y semicálidas a continuación.
El revestimiento interior está fabricado del mismo modo que el revestimiento exterior, pero de un tejido más fino. No necesita ser resistente al viento y otras condiciones atmosféricas, por lo que es suficiente con una membrana más fina y ligera. Por lo general, el revestimiento interior se hace con tejido de color blanco, pero, por ejemplo, en los pabellones de tenis se prefiere una membrana de color azul o verde para facilitar la visibilidad de la pelota. Un accesorio puede tener muchas funciones, y el revestimiento interior es el mejor ejemplo de ello.
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